- La siniestralidad de la carretera ha bajado “a cero fallecidos y a cero heridos graves como resultado de las actuaciones que ya han comenzado». En las próximas semanas se firmará el contrato del cuarto tramo
Rebeca Torró, con la directora general de Obras Públicas, Roser Obrer, ha hecho seguimiento de estas obras y ha subrayado que la siniestralidad de la carretera entre Elche y Santa Pola ha bajado “a cero fallecidos y a cero heridos graves tras el desdoblamiento de la vía iniciado por la Generalitat”. En este sentido, ha subrayado que “es el resultado de las actuaciones que ya han comenzado en los primeros tramos y que ahora se consolidan con la continuación del resto de las obras”.
El alcalde de Elche ha definido la actuación “como una de las más importantes que está haciendo la Generalitat en Elche, máxime desde el punto de vista de las infraestructuras”, y se ha congratulado por el buen ritmo de ejecución del tercer tramo y que en breve arranquen los trabajos del cuarto “sin ningún tipo de interrupción” y así cumplir la meta “de tener totalmente duplicada la carretera en un plazo razonable”.
“Conforme van concluyéndose las diferentes fases”, ha continuado, “la vía va mejorando en fluidez, accesibilidad, comodidad y en una reducción absoluta de los accidentes de tráfico graves y mortales, que antes lamentablemente eran una constante”. Y es que, tal como ha apuntado el regidor ilicitano, lo más importante desde que se hizo la actuación provisional ha sido la “drástica” reducción de la siniestralidad, “el cual era el principal objetivo”, ha reiterado, mostrando su satisfacción por la inversión de casi 17 millones de euros que está efectuando el Consell en una vía “fundamental” por la que transitan diariamente 15.000 vehículos de media y que conecta “dos ciudades vecinas, dos ciudades hermanas con una relación muy intensa”.
La consellera ha indicado que “tras haber finalizado más de 1,4 kilómetros de un primer tramo en el acceso a Santa Pola y el tramo desde la Vereda de Sendres hasta el cruce de Valverde y en las próximas semanas se firmará el contrato del cuarto tramo, valorado aproximadamente en 4 millones de euros”.
Estas obras se completarán con la actuación en los otros dos tramos restantes: el acondicionamiento entre los P.K. 2,5 al 3,6 por un presupuesto de 2,97 millones de euros, cuya licitación está prevista para este año, y el acondicionamiento entre los P.K. 0+000 al 2+500 por un presupuesto de 3 millones de euros, cuya licitación se prevé en 2024.
En total, ha destacado la consellera, “para hacer más segura y accesible los casi en los casi 12 km de esta carretera que tiene una intensidad media diaria de 15.000 vehículos y que se incrementan notablemente en época estival”, la Generalitat ya ha destinado 3,68 millones en obras ya finalizadas, 2,5 millones en las obras en marcha, y 4,46 millones de euros en los tramos de próxima licitación.
Como ha recordado Rebeca Torró, “la carretera Elx-Santa Pola es un importante eje de comunicación que canaliza el elevado número de desplazamientos entre ambas poblaciones”, y ha añadido que “la Conselleria está trabajando por solucionar los problemas de seguridad vial, derivados fundamentalmente de la presencia de glorietas partidas, con giros a izquierdas y numerosos accesos directos a las propiedades colindantes a la carretera”.
En este sentido, ha explicado que el trazado recto de la carretera que propiciaba la circulación con altas velocidades, y la presencia de numerosas edificaciones residenciales en sus márgenes agravaban los problemas de seguridad.
Además, ha señalado que “estos trabajos de desdoblamiento están sirviendo también para poner en valor una movilidad más sostenible con el acondicionamiento de la vía ciclopeatonal así como la creación de áreas específicas para parada de los servicios de transporte público, que en estos momentos carecían de este espacio, lo que incrementaba la peligrosidad de la vía”.
Reconversión en vía parque
Así, los trabajos de desdoblamiento de la carretera CV-865 Elx-Santa Pola van dirigidos a la transformación de esta vía desde la tipología de una carretera convencional, con un carril por sentido y un espacio para carril bici sin segregación respecto de la calzada, a su reconversión en vía parque, con una sección que pasa a tener dos carriles por sentido, con un separador central, y ubicación de andén ciclopeatonal en ambos márgenes separados por un seto del espacio para vehículos, lo que garantiza la mayor seguridad para estos tráficos no motorizados.
Adicionalmente, se ha dispuesto en toda la longitud de la carretera un bordillo central, de forma que los giros a izquierdas están ya prohibidos en toda la vía, lo que ha resuelto sustancialmente el problema de seguridad vial. Asimismo, la reducción del ancho de los carriles de circulación permite ampliar el espacio ciclopeatonal, e induce una reducción de la velocidad.