- Los expertos recomiendan protegerse del sol con ropa, sombreros, gafas de sol anti-rayos UV, y una crema solar con un SPF igual o superior a 50
- El personal de enfermería del edificio de consultas ha celebrado la jornada con cartelería, mesas informativas y actividades con niños de las consultas de Pediatría
El Hospital General Universitario de Elche se diagnosticaron 89 casos nuevos de melanoma entre la población del departamento en 2023, ocho más que el año anterior.
Este dato ha sido dado a conocer por el servicio de Dermatología coincidiendo con la celebración del ‘Día Mundial del del Cáncer de Piel’.
Para conmemorar el día, el personal de enfermería del edificio de consultas del hospital ha proporcionado información mediante cartelería y folletos, que ayudan a identificar las lesiones de la piel para concienciar a la población de la importancia de protegerse del sol.
Además este año también han realizado actividades (juegos, pasatiempos, canciones..) para los y las menores de las consultas de Pediatría y así fomentar desde la infancia la importancia de la prevención y de protegerse del sol.
Tipos de cáncer de piel
Además de los nuevos casos de melanoma, las consultas de Dermatología del Hospital General Universitario de Elche diagnosticaron el pasado año 325 casos de carcinoma basocelular y 70 carcinomas espinocelulares.
El cáncer de piel más común de todos los tipos de cánceres es el carcinoma basocelular, el segundo tipo de cáncer de piel en frecuencia es el carcinoma espinocelular, que puede aparecer de nuevo o a partir de una lesión precursora.
Por otro lado, está el melanoma, la forma de cáncer de piel no más frecuente pero sí la más peligrosa. En fase avanzada, puede ser una enfermedad grave; si se extiende a los órganos internos, puede poner en peligro la vida. Representa el 1% de los casos de cáncer de piel, pero es la causa de la gran mayoría de muertes por este tipo de cáncer.
Más de 500 personas son diagnosticadas cada año de melanoma en la Comunitat Valenciana. Un dato que va en aumento debido al cambio de estilos de vida y a un mayor tiempo de exposición al sol, y también al adelgazamiento de la capa de ozono.
Patricia Sánchez Morell, enfermera de la consulta de Dermatología, ha señalado que «tanto la exposición solar a largo plazo como una exposición solar ocasional intensa y amplia, que suele provocar quemadura, producen daños que pueden desembocar en cáncer de piel».
«Así, cualquier persona con antecedentes de exposición al sol puede desarrollarlo. No obstante, los que más riesgo corren son las personas de piel clara, cabello rubio o pelirrojo y ojos azules, verdes o grises y los ancianos, que corren un riesgo especial», ha asegurado.
Por su parte, Susana Parreño Bernal, técnica en cuidados auxiliares de enfermería de la consulta de Dermatología, ha explicado que debemos protegernos del sol “con ropa, un sombrero de ala ancha, gafas de sol
anti-rayos UV, y una crema solar con un SPF igual o superior a 50, sobre todo para una exposición intensa o de muchas horas al aire libre. También es importante buscar la sombra, principalmente, entre las 12:00 y las 18:00 horas».
En esa misma línea, Francisco Javier Pérez Aledo, enfermero de la consulta de Dermatología, ha resaltado que los años en los que somos más sensibles a la exposición solar son la infancia y la juventud. “La piel tiene memoria, por ello, se aconseja a los padres extremar la vigilancia en los niños, utilizando protección solar y no exponiendo a los niños al sol en las horas centrales del día».
No hay que olvidar que el cáncer de piel es prevenible y es aconsejable revisar los lunares y acudir al dermatólogo si se observa alguna anomalía en ellos.
Para aprender a realizar un examen de los lunares, los profesionales han establecido una método sencillo denominado ‘A, B, C, D, E’ que explica que se debe acudir al especialista si alguno de los lunares presenta alguno de estos rasgos: asimetría, que no tenga forma ovalada (A); bordes irregulares o con picos (B); color distinto o varios colores como marrón, rojo, blanco (C); diámetro superior a 6 mm (D) y evolución cambiante en cuanto a forma o tamaño (E).