- La magnífica y tenaz labor que viene realizando el maestro Christian A. Lindsey en la dirección musical y los detallados movimientos escénicos de M.ª Asunción Amorós en la artística en Coral Ilicitana, quedaron reflejados, este pasado domingo, sobre el escenario del Gran Teatro de Elche con la representación de la zarzuela La del Soto del Parral.
Con un magnífico decorado en ciclorama, obra de Carlos Maciá, un escueto atrezzo que dejó una escena diáfana y la perfecta iluminación a cargo de Bambalinas, Escenarios y Eventos, el coro y los solistas, acompañados, como siempre, por los excelentes músicos de la orquesta, dieron vida a los personajes y al pueblo que intervienen en esta gran obra del Género Lírico español. Obra del “Género Grande”, pues consta de dos actos divididos en tres cuadros.
También esta vez, Coral Ilicitana tenía una sorpresa guardada en la manga. Antes del inicio del segundo acto, el maestro Christian A. Lindsey tomó la palabra para dirigirse al respetable explicando el porqué de la inclusión de una romanza de Miguel (“Fuerza que me vence”) que, desde el estreno de esta zarzuela, había sido apartada y su partitura adaptada e incluida, con diferente letra, en otra obra de los maestros Soutullo y Vert: El último Romántico.
Durante la representación, el respetable fue aplaudiendo todas y cada una de actuaciones, tanto de canto como las de diálogo. Así, acogió la gran y conmovida actuación de Noemí Abellán (Aurora); la desenvoltura de Julia Bravo (Catalina); el dramatismo vocal de Javier Rubio (Germán); y el pesaroso y dolido canto de Miguel (José Manuel Mas). Todos ellos pletóricos de voz, como siempre. Y queda por mencionar las intervenciones de los actores, que también recibieron sus aplausos. Diego Díez brilló, como siempre, en el papel del peculiar Damián; Francisco Guilabert dio vida, de modo magistral, al fisgón y enredador Tío Prudencio; y José Luis Maestre, al curalotodo Tío Sabino. Asimismo, cabe citar al ballet de Keysy Lindsey y al dúo de dolçaina i tabalet de El cascabot, que también lucieron su arte. Al final el público, puesto en pie, despidió a todo el elenco con una prolongada ovación, corroborando así un éxito más de Coral Ilicitana. Éxito que se consigue gracias al interés y atención de la masa coral, y, como ya dijimos, a la gran dirección musical de Ch. A. Lindsey y a la artística de M.ª Asunción Amorós.
