En la vanguardia de la gestión de residuos y economía circular, hablamos con un experto en la materia: Javier Clemente, fundador del proyecto Todos Somos Reciclaje. En esta entrevista exclusiva, comentamos las claves de la sostenibilidad en la sociedad y, más concretamente, en el mundo empresarial.
Pregunta. Dada tu experiencia personal y profesional, ¿cuál crees que es la forma más efectiva de mejorar la comunicación sobre temas ambientales, especialmente entre el público más joven?
Respuesta: Hablar en la misma frecuencia que el público al que te diriges. Independientemente del sector que se trate, lo importante es adaptar el lenguaje, el formato o el contenido; aterrizar el mensaje sin restarle rigor y significado para conseguir hacerlo atractivo y que la gente cada vez más joven se interese por ello. Para eso, un canal muy recomendable son las redes sociales.
P: ¿Crees que hay mayor conciencia ambiental entre los jóvenes o entre gente mayor?
R: Creo que hay conciencia ambiental en ambas partes, como también lo opuesto. Hay que tratar de divulgar con la mayor serenidad posible, sin caer en mensajes alarmistas o sensacionalistas, porque esto crea rechazo en la sociedad. Lo importante es lanzar un mensaje más positivo para alcanzar a aquellas personas que no están tan concienciadas, para que poco a poco puedan estarlo.
P: ¿Cuál es la importancia, desde tu punto de vista, de que las empresas cumplan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y cómo esto puede influir en su posición en el mercado?
R: Los Objetivos de Desarrollo Sostenible están marcando una ruta a seguir, y empresas, organismos y entidades que no van en esta dirección se pueden quedar obsoletas. Esto, de cara al cliente y usuario final, puede restarle competitividad, viendo que su modelo de negocio o servicio no tiene el mismo impacto que el que tendría si transitara a un modelo más circular.
P: ¿Cuáles consideras que son las medidas más efectivas que las empresas pueden implementar para fortalecer la economía circular y reducir su impacto ambiental?
R: Depende mucho del tipo de empresa, sector o legislación que haya al respecto. No será igual una empresa que ya haya nacido con un modelo de negocio lineal a una empresa que haya nacido ya con un modelo de negocio circular.
Algunas de las medidas generales podrían ser la transición a energías renovables, adopción de modelos más circulares que permitan reducir la generación de residuos o que permitan reaprovechar residuos de otras industrias como materias primas para su proceso productivo en un proceso de simbiosis industrial.
P: ¿Considera que algunas empresas podrían estar utilizando estrategias de marketing relacionadas con temas medioambientales sin respaldar realmente esas iniciativas con una conciencia ambiental y acciones concretas?
R: Sí, esto es llamado Greenwashing, una práctica que lamentablemente está presente en muchas empresas y entidades. Para mejorarlo, es importante que la legislación limite ese tipo de prácticas, algo en lo que está trabajando ya la Unión Europea.
P: ¿Crees que en la actualidad las empresas tienen una mayor conciencia medioambiental y lo tienen en cuenta a la hora de crear su estrategia empresarial?
R: Las empresas que han nacido, crecido o desarrollado bajo ese tipo de modelo de economía circular, sí están concienciadas de base. También es verdad que hay otras empresas que vienen de sectores más tradicionales con un modelo de negocio lineal a las que les cuesta más transitar a la economía circular.
El cambio cuesta y, en ocasiones, genera rechazo, pero ya sea bien por convicción o por factores económicos, cada vez se transita más hacia esa economía circular.
P: ¿Cuál consideras que es el principal desafío en la gestión de residuos y la valorización de materiales en la actualidad, y cómo abordarías este problema?
R: Los residuos son un reto ambiental de carácter mundial, por lo que requiere de soluciones globales. Hay que ir avanzando en regiones más desarrolladas, sin olvidarnos de los países con menos recursos donde ni siquiera existe una legislación al respecto.
En España, por ejemplo, la tasa de reciclaje está por debajo del objetivo que se marcaba la Unión Europea en 2020. Y hay que mejorar en la recogida, clasificación, instalaciones, concienciación de la gente… para alcanzar los objetivos establecidos en 2025, que son todavía más exigentes. Al final es un todo.
P: ¿Ves la cooperación y colaboración entre empresas como un medio para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible? ¿Cómo podría fomentarse esta colaboración?
R: Sí, totalmente. La colaboración empresarial es fundamental, por ejemplo, en el uso de subproductos. Lo que a una empresa no le sirve puede ser la materia prima de otra. Al final se trata de crear una serie de sinergias para hacer más eficiente el uso de recursos. Es lo que se conoce como simbiosis industrial.
P: Considerando tu compromiso con el voluntariado para mantener las aguas del río Henares limpias, y el nuevo ODS tratado en Conecoo hablando sobre el agua limpia y saneamiento, ¿cómo crees que las empresas pueden contribuir significativamente a este objetivo y cómo aumentar la conciencia al respecto?
R: Depurando bien, y por ellas mismas, las aguas residuales que generan (en función del tipo de empresa pueden estar obligadas), reduciendo los vertidos que se producen aún hoy en día de manera ilegal y sin tratamiento previo directamente a los ecosistemas, canalizando las aguas fluviales en las instalaciones para que se puedan derivar a estaciones depuradoras, etc.
P: Dentro de las acciones medioambientales que realiza una empresa, ¿crees que tienen mayor peso las que al final suponen una reducción económica?
R: Es indiscutible que el tema económico es importante, y si además se complementa con beneficios ambientales, perfecto, la cosa es que se haga, ya sea por un tema económico, social o ambiental. Lo crucial es lograr esos beneficios, ya que a menudo hablamos de sostenibilidad ambiental como si fuera solo una parte, pero hay que tener en cuenta que también hay que centrarse en la sostenibilidad social y económica para conseguir un verdadero desarrollo sostenible.
P: Hablabas antes del ecodiseño, ¿crees que ha habido un cambio de concienciación? Cuando las empresas empiezan a crear el diseño de un producto ¿ahora tienen en cuenta este tema?
R: Sí, se está produciendo un cambio más grande y más acentuado, también porque la legislación cada vez te obliga más a ello. Cada vez se van a ir viendo más medidas de ecodiseño, y ya no solo por el ahorro económico, sino también por la cantidad de beneficios ambientales y sociales que traen consigo.
P: Hablas de la legislación, pero ¿cuáles crees que han sido los cambios legislativos que más han afectado? ¿Crees que hay que dar un paso más en algún tipo de cambio legislativo que se haga notar en el avance del sector?
R: El principal cambio legislativo reciente ha sido la aprobación y entrada en vigor de la Ley de Residuos en 2022 y el Real Decreto de Envases. Esas dos regulaciones han sido bastante importantes, y van a traer bastantes cambios, aunque no son las únicas. Sin embargo, todavía queda mucho por avanzar, porque hay aún mucho flujo de residuos donde todavía no se aplica el principio de “quien contamina paga” a través de la responsabilidad ampliada del productor.
P: Por último, ¿crees que falta una concienciación de cara a la Administración Pública?
R: Al final todo se puede mejorar, tanto empresas, como Administración Pública, como ciudadanía. Todavía hay mucho que mejorar en ella y también debería predicar más con el ejemplo.
Por otra parte, deberían disponer de más recursos para poner en práctica o poder aplicar las regulaciones en su totalidad o dejar de dilatar plazos de diferentes procedimientos administrativos que retrasan todos los procesos y los hacen más complejos.
